La sonrisa, la risa y la carcajada, ajena o nuestra, son el mejor remedio

para la pena infinita que nos inunda nuestra alma...

y al final, nos limitaremos a mirar el horizonte y sonreir... porque sabremos

que no hay vuelta atras!

PAZ FERNANDA HUERTA MIRANDA

Cuántos insolentes visitan a enfermo

domingo, 15 de mayo de 2011

Recuerdos


La memoria es tan frágil, que intento en vano retener detalles de escenas pasadas. Sólo queda la anécdota, el qué te dijo, el por qué lo dijo, mas no el tono de voz utilizado, el olor, las facciones del rostro, el brillo de los ojos. Detalles tan pequeños, pero tan importantes al momento de querer recordar.

Al reconstruir un episodio es tan difícil llevar un hilo conductor, es como si el guionista de nuestras vidas simplemente se olvidará de una línea o un párrafo, pero qué importante son esos vacios cuando intentamos que nuestra memoria recuerde; quizás la idea principal de ese recuerdo, se entienda, pero nosotros siempre queremos más, queremos recordar todo. Y en ese intento, es cuando se pierde -porque nuestra memoria es frágil- el orden cronológico. Pasas horas, tal vez días enteros buscando en tu memoria esos detalles pequeñitos, pero que sólo ellos pueden hacer reconstruir la escena en su totalidad.

Cuando ya te sabes el parlamento de memoria, pero no esos detalles, cuando ya se perdieron, quizás están todos reunidos esperando volver. Sólo te queda la resignación; pues ya tienes la idea principal, mas no el cuadro entero. Es ahí cuando te gustaría grabar la cotidianeidad, porque es allí, donde los aprendizajes son los más valiosos.

Recuerdos de una noche, recuerdos de una siesta, recuerdos de conversaciones típicas, recuerdos insignificantes, pero cuando ya no está, cuando se va… son los más importantes. Y también aquellos que el guionista más párrafos perdió.

Calendario!