La esperanza

La realidad sólo es una
pero con múltiples miradas;
desde mi perspectiva,
la realidad hoy se ha vuelto cruel
gris y tormentosa,
sin luz, sin sonidos
aplastante y amplia.

Se dice que la esperanza es lo último que se pierde,
pero lo que no te dicen
es cómo se va perdiendo.
De a poco,
esa mirada que tenemos de la realidad
va exiliando de nuestros corazones a la esperanza,
la que me aferra a esta vida,
la que mantiene un poco de cordura en mi vida.

Ya no tengo miedo...
a perder la sensatez que me sostenía,
ya no tengo miedo...
a perderme en la realidad,
porque me esforcé tanto para que ésto no doliera,
me esforcé tanto para creer que podríamos superarlo
que ya no tengo ganas, fuerzas y no quiero seguir,
seguir avanzando buscando un fin
seguir caminando para encontrar lo mismo.

Ya no tengo miedo...
a encontrarme con la realidad
que la esperanza ocultaba
con mantos de alegría y de graciosos colores
con rostros amigables y manos tiernas
con el deseo y con caricias.

Me di cuenta
que ya nada importa
si uno no tiene nada que perder.

Ya perdí lo que me importaba
y creí que podía ser fuerte
pero los golpes de la marea
ya desgastaron el pilar de mi vida,
la esperanza...