La sonrisa, la risa y la carcajada, ajena o nuestra, son el mejor remedio

para la pena infinita que nos inunda nuestra alma...

y al final, nos limitaremos a mirar el horizonte y sonreir... porque sabremos

que no hay vuelta atras!

PAZ FERNANDA HUERTA MIRANDA

Cuántos insolentes visitan a enfermo

jueves, 18 de febrero de 2010

Las estrellas

Vagando por las calles me encontré con un anciano
Un anciano arrugado como una pasa
Que hablaba lentamente, pero con gran sabiduría
Me habló de sus tiempos y de los mios
Me habló del pasado y del presente
Mire el cielo, allí encontrará, me dijo...

Esperé que la luna asomara por la noche
Ella fue testigo, junto a sus amigas las estrellas
Ellas me mostraron mi horizonte
Mi camino a seguir
De espaldas al suelo, mirando fijamente la eternidad
Me di cuenta que ya no soy la misma
Sigo siendo una loca, enferma y hermosa
Pero cambie…
Para bien o para mal
Lo supere…
Para bien o para mal
Estoy dispuesta otra vez
A ver esos ojos
O a ver otros ojos
a sentir esas manos
u otras manos

quien sabe…
quizás quien está más cerca
sólo es una mano amiga

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